Bert Hellinger es el creador de este método de trabajo. Las Configuraciones Familiares y Sistémicas (conocidas en sus orígenes como Constelaciones Familiares), son una mirada al sistema familiar donde se gestan tanto el amor como situaciones que producen dolor y tragedia a veces. Reconocer lo que es y reconciliar para encontrar el amor es el camino. El trabajo con Configuraciones Familiares se hace individualmente, con parejas, familias o en grupos.
Desde los años 80, Bert Hellinger viene desarrollando su trabajo con Configuraciones Familiares, brindando al mundo terapéutico, empresarial y educativo un conjunto de soluciones sistémicas para las problemáticas más diversas.
La familia y sus relaciones vitales constituyen el punto de partida para descubrir el fondo de muchas de nuestras dolencias, sean de carácter físico, emocional o psíquico. La misma familia y el Orden en sus relaciones, se revelan también como la fuente de sanación.
En estos tiempos en los que nuestra cultura tiende a desligarse cada vez más del Sistema Familiar, la experiencia práctica en el trabajo con Configuraciones Familiares, demuestra que no podemos desarrollarnos con plenitud y normalidad fuera de él. Pretender actuar creyendo que poseemos una personalidad autónoma es, en muchos sentidos, una ilusión; pues cada uno de nosotros nos hallamos unidos a nuestra familia a través de lazos que nos conectan con varias generaciones, habitualmente de forma inconsciente y mucho más intensa de lo que a primera vista cabría suponer.
Bert Hellinger observó las dinámicas que conllevan identificaciones e implicaciones de una generación a la siguiente o siguientes.
En el trabajo de Configuraciones Familiares, estas dinámicas e implicaciones salen a la luz.
Al hacerlo, en la configuración, se pueden restablecer los Ordenes del Amor, dando a cada miembro de la familia un lugar de dignidad y respeto, apareciendo soluciones, a menudo sorprendentes, para el bienestar y alivio de todos los componentes del Sistema Familiar.